¡Hola, hola!
Un saludo desde la Ciudad de México. Otra noche lluviosa, con el corazón lleno de esperanza. He estado atravesando diferentes situaciones con mi mascota, entre otras cosas, pero todo va mucho mejor. Siempre buscamos soluciones y, con el tiempo, nos volvemos más hábiles para manejarlas.
Lo que quiero comunicar es que, aunque no es necesario tener problemas para fortalecerse, podemos descubrir nuestras capacidades en medio de la adversidad. Es en esos momentos difíciles cuando nos damos cuenta de cuánto hemos aprendido y evolucionado. Tal vez antes no hubiéramos manejado la situación de la misma manera, pero ahora, lo hacemos mucho mejor, ¿verdad?
Y… todas las herramientas naturales que tenemos dentro de nosotros para resolver los problemas de la vida. A veces, la vida puede parecer un barco en medio de una tormenta, y no puedes esperar a llegar a la orilla para sentirte tranquilo y disfrutar de una piña colada. Pero debes atravesar la tormenta y, de alguna manera, mantener el ánimo, algo que sí podemos controlar.
Siempre he pensado que el ánimo, desde las emociones más tristes hasta las más alegres, es como un botón en una consola o un control en cualquier instrumento. A voluntad, puedes ajustarlo. Si te mantienes con buen ánimo, todo a tu alrededor cambia, y los demás también cambian. Creo que la solución para muchos problemas es cambiar uno mismo. Cambiar nuestra actitud ante la vida hace una gran diferencia; ayuda mucho a todos.
Claro, puede ser un gran reto cuando, como decimos en Puerto Rico, “la piña se pone agria”, ¿no? Pero no debemos dejarnos llevar por el desánimo, porque eso no ayuda. Es importante mantenerse en la medida de lo posible, porque es natural sentirse triste ante la adversidad o la amenaza de perder algo o a alguien. Pero lo crucial es adoptar una actitud de solución, no ser parte del problema, sino de la solución. Buscar dentro de uno todas las posibilidades, habilidades e ideas valiosas para resolver las cosas.
Me gusta mucho este enfoque, y seguimos aprendiendo, seguimos creando. No perdamos el ánimo, sigamos remando hasta la orilla, hasta llegar a la isla encantada. Les mando muchos besos. Bonita noche. Hoy es viernes por la noche y siempre me gusta grabar estos momentos sin preparar, sin planear, sin pensar… porque quiero que vengan del alma.
Besitos.
Brenda
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